lunes, 1 de julio de 2013

BERRINCHES Y CONDUCTA EMOCIONAL EN NIÑOS CON DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

Existen antecedentes de muchos niños hiperactivos revelan complicaciones en el embarazo o en el parto aunque no  es una constante en todos los casos, si pueden considerarse un factor de riesgo.
Durante el periodo neonatal y en la primera infancia estos niños presentan dificultades para dormir y para comer, son inquietos e irritables además no se les consuela fácilmente son berrinchudos  y  se ha podido observar que duermen poco tiempo de lo normal, se mueven excesivamente, con relación a los alimentos el niño hiperactivo es caprichoso  y con frecuencia tiene cólicos. Cuando el niño tiene aproximadamente de dos a tres años de edad se observa que su conducta es disruptiva  y notoria, lo primero que resalta en el infante es la desobediencia  y por consecuencia actúan impulsivamente 
Los padres acceden (tarde o temprano) a su petición, o que, cuando un niño llora, le presten  atención. La razón de este estado de sucesos es muy simple: las conductas "emocionales" que genera el niño hipersinetico resultan aversivas para los otros miembros del medio social, por su intensidad, duración y otras propiedades topográficas de la respuesta. La conducta de los adultos que intentan acabar con ellas se ve reforzada negativamente, lo que hace más probable que, al presentarse nuevamente dichas conductas "emocionales". La forma más eficaz de eliminar estas conductas indeseables, que constituyen uno de los instrumentos de control más efectivos que posee el niño sobre el medio, es suspender las consecuencias que las mantienen. Hay dos procedimientos indicados para ello.

El primero es la extinción: suspender el reforzamiento, decir, las consecuencias acostumbradas (atención, regaños, etc.) hasta que la conducta desaparezca, y reforzar solo aquellas conductas que no sean "emocionales".

El segundo es el tiempo fuera. Este procedimiento, produce efectos más inmediatos que los de la extinción, aun cuando no reduce en sí la proba­bilidad de la conducta, si no se asocia a estímulos verbales discrimina­tivos apropiados. Existen circunstancias extremas en que estos procedimientos pueden resultar poco efectivos; en tales casos, el único instrumento apropiado resulta ser el castigo, asociado al reforzamiento de conductas incompatibles; claro está que este es un último recurso al que rara vez es necesario recurrir.Se habla de esto, ya que este tipo de niños tienden a ser berrinches, ya que por medio de éste sacan la energía que no pueden canalizar. (E.Ribes-Iñesta. 2004)
Ayuda   pedagógica: Aunque no todos, si la mayoría de los niños hiperactivos tienen un rendimiento académico insuficiente e insatisfactorio
Sabemos que en algunos casos, el bajo rendimiento es debido a su hiperactividad, pero en otros esta asociado a problemas específicos del desarrollo.
En principio todos los niños con un rendimiento escolar insuficiente e insatisfactorio deberían de recibir una ayuda psicopedagógica extraordinaria, a fin de reforzarles la adquisición y automatización de técnicas instrumentales del aprendizaje como son, la lectura, la escritura y el cálculo

Aquellos niños que además de hiperactividad tienen problemas específicos del desarrollo hay que proporcionarles una ayuda pedagógica   más concreta e intensiva, a fin de superar esta dificultad de aprendizaje.  (.Ávila y. Polaina-Lorente 2002)

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